10 años de pontificado

Francisco: diez años de diálogo, concordia y paz entre judíos, cristianos y musulmanes

En los días previos a cumplir 10 años a la asunción de Francisco como Santo Padre, Ricardo Elía desde el Islam honra al Papa en MDZ.

Ricardo Elía jueves, 16 de marzo de 2023 · 09:04 hs
Francisco: diez años de diálogo, concordia y paz entre judíos, cristianos y musulmanes
El lavado de pies reproduce un símbolo que es una caricia de Jesús. Foto: Gentileza: Publinews.gt

El Cardenal Primado de Argentina y Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Jorge Mario Bergoglio (nacido en el porteño barrio de Flores en 1936), fue elegido Pontífice de la Iglesia Católica el miércoles 13 de marzo de 2013. Eligió el nombre de Francisco por Francisco de Asís, fundador de la orden franciscana, el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que amó y custodió la creación, y que protagonizó el primer gran encuentro islamo- cristiano cuando se reunió en Egipto con el sultán ayubí Malik al-Kamil en septiembre de 1219 para buscar la paz y la concordia entre cristianos y musulmanes.

El 28 marzo de 2013, dos semanas después de haber asumido su pontificado, el papa Francisco brindó un ejemplo para toda la humanidad de cómo un creyente debe ser humilde con el prójimo y estar a su servicio. Ese Jueves Santo, Francisco le lavó los pies a una docena de jóvenes en el centro penitenciario para menores Casal del Marno en Roma, entre ellos, a dos mujeres, una católica italiana y una musulmana serbia.


Gentileza: Enrique Cangas

El pontífice de 76 años explicó que el lavado de pies “reproduce un símbolo que es una caricia de Jesús” y subrayó que él había ido a esa prisión a hacer ese gesto “de todo corazón”. También precisó que lo había hecho “como sacerdote y como obispo”, sin mencionar la palabra papa. Esta tradicional ceremonia se realizaba por lo general en la Archibasílica San Juan de Letrán en Roma y los escogidos eran sacerdotes. En las imágenes difundidas por la CTV, la televisión del Vaticano, se ve al papa arrodillarse,
echar agua a los pies de los jóvenes, secarlos y abrazarlos. Dice el Corán: «Y entre la Gente del Libro hay quien cree en Dios y en lo que se les hizo descender a ellos; y son humildes ante Dios en reverencia.» (Âl ‘Imrân, “La Familia de Imran”, 3:199)

El lunes 26 de mayo, durante su viaje a Tierra Santa, el papa Francisco se fundió en un abrazo fraterno con el rabino Abraham Skorka y el profesor Omar Abboud (miembro del Centro Islámico) en Jerusalén, que fue un ejemplo mundial para la paz y el entendimiento entre religiones. El lunes 4 de febrero de 2019, se produjo el encuentro entre el Sheij Ahmed el Tayyeb, Gran Imam de la Universidad de Al-Azhar en El Cairo (República Árabe de Egipto), y el papa Francisco, en Abu Dabi, en los Emiratos Árabes
Unidos.

Ese viaje histórico significó la primera visita de un pontífice católico a la península arábiga. Ese día, los representantes del Islam y la Catolicidad firmaron el documento sobre «La fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común». En el prefacio se lee: “La fe lleva al creyente a ver en el otro a un hermano que debe sostener y amar. Por la fe en Dios, que ha creado el universo, las criaturas y todos los seres humanos —iguales por su misericordia—, el creyente está llamado a expresar esta fraternidad humana,
protegiendo la creación y todo el universo y ayudando a todas las personas, especialmente las más necesitadas y pobres.”

No queremos una paz de estanque, una paz que no se mueva.

Y luego dice: “El Occidente podría encontrar en la civilización del Oriente los remedios para algunas de sus enfermedades espirituales y religiosas causadas por la dominación del materialismo. Y el Oriente podría encontrar en la civilización del Occidente
tantos elementos que pueden ayudarlo a salvarse de la debilidad, la división, el conflicto y el declive científico, técnico y cultural.” Queremos recordar muy especialmente en este artículo, el miércoles 29 de marzo de 2000, cuando el entonces Cardenal Primado de Argentina y Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Jorge Mario Bergoglio, convocó a educar para la paz y la esperanza, en un acto interreligioso y ecuménico, junto a autoridades civiles de la Nación, de la Ciudad de Buenos Aires y miles de alumnos, padres y maestros representantes de las comunidades educativas de Buenos Aires.

Momentos antes de tomar la pala con sus propias manos para plantar un olivo, el Cardenal Bergoglio dijo: “No queremos una paz de estanque, una paz que no se mueva. En última instancia acuérdense de que el agua estancada es la primera que se corrompe. Esa no es la paz de nuestro Dios cercano. La paz de nuestro Dios cercano es la paz del manantial que sigue fluyendo, y que sigue creando cosas y dando vida con su misma agua y dando vida con su misma paz. Sigue creando esperanza. Nuestra paz es fundamento, es origen, es manantial, de una esperanza que nos va a trascender incluso a nosotros mismos, pero que ya hoy la tenemos que sembrar.”

A la convocatoria asistieron entre otros, el entonces seminarista judío Marcelo Polacoff (hoy rabino), y el Imam del Centro Islámico de la República Argentina, Sheij Ibrahim Desuque Al-Alfi. Entre la gente estaba el judío polaco Jack Fuchs (1924-2017), sobreviviente del campo de exterminio de Auschwitz, radicado en Buenos Aires en 1963. El papa Francisco en su vigilia de oración por la paz del sábado 7 de septiembre de 2013, recordó: “Pienso también hoy en aquel olivo que los representantes de las diferentes religiones plantamos en Buenos Aires, en la Plaza de Mayo, el año 2000, pidiendo que no haya más caos, pidiendo que no haya más guerra, pidiendo paz.”.

* Ricardo Elía, especialista en arte y arquitectura de la civilización islámica y secretario de Cultura del Centro Islámico de la República Argentina.

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