Arte y cultura

Artemisia Gentileschi en foco

La inclusión de “La pittura”, un autorretrato de Artemisia Gentileschi en la short list de los tops de la Royal Collection en la nota anterior despertó adhesión y curiosidad. Su vida presenta ribetes heroicos y apasionantes. Vayamos a ella.

Carlos María Pinasco
Carlos María Pinasco domingo, 18 de septiembre de 2022 · 07:10 hs
Artemisia Gentileschi en foco

Artemisia nació en Roma en 1593, la mayor de cinco hijos y única hija de Orazio Gentileschi, un reconocido pintor del círculo de Caravaggio (1570-1610) con quien se formó. La primera pintura firmada y fechada de Artemisia, 'Susana y los Viejos' (en su primera versión) es de 1610. Un año después, La joven fue violada por el pintor Agostino Tassi, conocido y colaborador de su padre. En 1612 tuvo lugar un juicio infame, meticulosamente registrado en documentos que se conservan. Tassi fue declarado culpable y desterrado de Roma, aunque su castigo nunca se hizo cumplir.

Después del juicio, Artemisia se casó con un artista florentino poco conocido llamado Pierantonio di Vincenzo Stiattesi y poco después se fue de Roma a Florencia. Allí tuvo cinco hijos y se consagró como artista independiente, convirtiéndose en la primera mujer en ingresar en la Academia de las Artes del Dibujo en 1616. Artemisia regresó a Roma en 1620, acosada por los acreedores tras acumular deudas, y allí permaneció. durante 10 años (excepto un viaje a Venecia en 1628).

Judith y su criada

A partir de 1630 se instaló en Nápoles, donde dirigió un exitoso estudio hasta su muerte. Visitó brevemente Londres en 1639, quizás para ayudar a su padre enfermo en la pintura del techo de la Casa de la Reina en Greenwich (ahora en Marlborough House en Londres). De ese entonces es la obra de la Royal Collection a que nos referimos en la nota del domingo pasado.

Regresó a Nápoles al año siguiente. Se desconoce la fecha exacta de su muerte, pero un documento descubierto recientemente registra que aún vivía en Nápoles en agosto de 1654.

Sus obras en el mercado.

Después de los infortunios tempranos, a partir de su instalación en Nápoles Gentileschi tuvo importantes coleccionistas que acogieron sus pinturas. El Gran Duque de Toscana, Carlos I de Inglaterra y Felipe IV, entre otros. No obstante con el correr de los siglos perdió terreno frente a otros artistas de su tiempo y su valoración en el mercado dio cuenta de ello. Seguramente lo acotado del número de obras que de ella quedaron (sesenta aproximadamente) conspiró contra su cotización. Desde hace unos años de la mano de la difusión de su apasionante historia e indudablemente del movimiento feminista sus pinturas se valorizan como la de pocos artistas del movimiento barroco.

Retrato de Dama

Artemisia se convierte entonces en un antecedente icónico de la Kalho. La primera mujer que fue capaz de romper los límites de su tiempo y superar dificultades personales extremas en una época en que ciertos resabios oscuros del medioevo todavía estaban vigentes. Poco antes de la pandemia, la Nationlal Gallery de Londres invirtió 3,6 millones de libras en “Santa Catalina de Alejandria” un óleo de 1615. Como la mayoría de sus cuadros este presenta a una heroína femenina, la Santa martirizada en el siglo IV de nuestra era. No es difícil encontrar el hilo conductor a su propia biografía, que registra, pocos años antes la violación y el ultrajante juicio posterior. Incluso el museo presenta el cuadro como un autorretrato.

Santa Catalina

En 1919 se produjo el récord en ventas públicas. Artcurial vende en Paris “Lucrecia” en 4,8 millones de euros. Más recientemente (julio de 2021) Christie’s logra en Londres, 2,4 millones de libras por “Venus y Cupido”, después de una desenfrenada puja que partió de una estimación de la cuarta parte. El retrato de una dama sentada soberbiamente vestida se muestra impasible, acá reproducido se pagó en N Y en enero pasado 2,7 millones de dólares. Ya había salido a remate en 1999, en Londres. En aquel momento cambió de manos en la décima parte.

Susana y los viejos

“Susana y los viejos” es un tema clásico de la pintura. Remite al episodio bíblico en que la casta Susana es acosada y luego infamada. Artemisia lo abordó a menudo. Como se dijo fue motivo de su primera obra. Su enfoque, sobretodo en las versiones tardías es  es mucho más crítico que lo habitual (nuevamente la apelación auto-referencial).   Una versión de la obra se encuentra en la Burghley Collection de Stamford. Otra se martilló en el mismo remate de principios de este año en 1,6 millones de dólares. También tenía un pasaje previo en subastas: en 1995 se pagó nueve veces menos. Pero más allá de la ronda de millones, la Gentileschi está llamada a ocupar un sitial de absoluta relevancia en la pintura barroca. Sus genuinos valores artísticos ahora revalorizados a partir de la empatía que genera su apasionante vida, la están convirtiendo en un mito que no parará de crecer.

 

* Carlos María Pinasco es consultor de arte.

carlosmpinasco@gmail.com

 

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