Apuntes de siembra

La sartén por el mango: la autoridad paterna y los espacios de decisión

Entre la libertad y la autoridad: el rol clave de los padres.

Lic Magdalena Clariá y Mercedes Gontán domingo, 27 de marzo de 2022 · 07:41 hs
La sartén por el mango: la autoridad paterna y los espacios de decisión

El ser humano es el ser vivo que nace más indefenso y que más necesita y depende del cuidado de un otro para subsistir. Los primeros años de vida somos los padres o cuidadores a cargo quienes cumplimos ese rol de asegurar la subsistencia de nuestros hijos: los alimentamos, bañamos, ponemos a dormir, protegemos de los peligros del mundo en general y de los relativos a su vulnerable etapa vital en particular. Hasta que empiezan a hablar…

Cuando ya pueden comunicarse, muchas veces en ese momento caemos en la tentación de preguntarles a ellos qué es lo que prefieren. Las intenciones pueden ser buenas: darles espacios de libertad, enseñar a tomar decisiones, evitar frustraciones, ahorrarnos amarguras. El problema es que su cerebro aún está en pleno desarrollo, y aún no tienen formado ningún tipo de criterio sobre los peligros del mundo, sobre su sanidad o sobre el mejor desarrollo de su psiquismo y personalidad.

Así podemos encontrar padres que le preguntan a sus hijos de tres, cuatro, siete y diez años qué quieren comer, cómo se quieren vestir, a qué hora quieren acostarse, cómo quieren manejar su tiempo libre y tantas otras decisiones más. En un punto, dejamos de ejercer nuestra autoridad como padres muy temprano. Y ellos asumen esa autoridad vacante, aunque aún no estén preparados para hacerlo. No ven otra opción.

¿Cuáles son las consecuencias? “Marianito tiene mucha energía, no se cansa nunca. Recién cae tipo once que ya se queda dormido en la alfombra o viendo dibujitos” cuenta la mamá resignada. “A él no le gusta prestar sus juguetes, es muy posesivo (Marianito de 4 años) imagínate que yo no lo puedo obligar a prestar porque son de él”; “Mariano juega toda la tarde a la Play, no hay forma de desenchufarlo para hacer la tarea, él prefiere siempre jugar jueguitos…no le gusta el colegio”; “la verdad es que no me cuenta nada…se encierra en su cuarto y ahí tengo prohibido entrar”; “si, creo que tiene Instagram, no me deja seguirlo…es su teléfono y lo maneja él”.

Falta de rutinas que los contengan; falta de criterios cuando deberían estar formándolos; cierre de canales de comunicación en etapas donde necesitamos que permanezcan abiertos. Y todavía hay consecuencias más profundas: en consulta psicológica llegan muchos jóvenes con desbordes emocionales, sensación de descontrol frente a sus sentimientos y trastornos de la ansiedad que emergen como síntoma, todo esto como resultado de la falta de límites puestos por los padres en la infancia.

Nuestros hijos necesitan a sus padres. Nos necesitan. Desde que nacen y hasta la edad adulta. Por supuesto, en distinta medida y en formas que van mutando. Pero necesitan ese tutor que hace que las plantas puedan crecer sin inclinarse ni romperse y que después de un tiempo puede retirarse para que sigan solitas, fuertes y dando frutos.

Hay decisiones que pueden conversarse con nuestros hijos, escucharlos y decidir juntos. Hay otras que están pura y exclusivamente en nuestras manos y que los ayudarán a estructurar primero su organización cerebral, sus rutinas y límites cotidianos. Más adelante su personalidad, su carácter y su manera de ver el mundo, por supuesto siempre sumándole su chispa personal.

Nuestro rol de padres viene con el ejercicio de la autoridad bien entendida incluido. No ejercerla es en cierto modo abandonarlos a su suerte. Podemos ser sus amigos, sus “partners”, pero entonces les faltarán padres.

Dejemos que otros cubran esos roles y ocupemos el lugar que nos toca a nosotros. Recibiremos muchas veces sus enojos y quejas, eso también se incluye en el “pack” de ser padres, pero sembramos para el futuro. Y no un futuro lejano. Serán los próximos pasos en los que más temprano que tarde empezaremos a ver los frutos.

 

*Magdalena Clariá es Licenciada en Psicología y Mercedes Gontán, abogada, Mediadora y Orientadora Familiar. Juntas hacen Apuntes de siembra

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