Un argentino en África

El argentino que fundó un club de running en el corazón de África

"Así es un día en la misión y nuestros apostolados", dice Jeremías que este domingo usa el espacio del Padre Federico Highton, con quién comparte su estadía en África.

P. Federico Highton domingo, 15 de agosto de 2021 · 13:39 hs
El argentino que fundó un club de running en el corazón de África
El Padre Federico con Jeremías y miembros de la comunidad Chisanga

Cada día en la misión es una aventura en sí misma. Si bien tenemos un calendario con un horario organizado, suelen surgir imprevistos que hay que atender. Visitar un enfermo, realizar alguna compra para algún apostolado, una actividad lleva más tiempo de lo que estaba previsto, etcétera. Dios siempre se encarga de mantenernos ocupados en los diversos apostolados que estamos emprendiendo. La Misa diaria es el comienzo de nuestro día, y luego puede que cada uno tenga su diverso apostolado.

Personalmente me encargo de la escuela de monaguillos y de fundar el Chisenga Running Club, un equipo de corredores con quien empezamos a entrenar varias veces a la semana. Estos jóvenes vienen a su vez a las actividades que tenemos en Chisenga. Por otro lado, Nahuel está encargado del coro y Nicholas de la formación doctrinal, dando clases de catequesis. 

La comunidad en Chisenga es realmente muy acogedora, uno se siente como en casa. Éste era un lugar que solamente tenía Misa una vez al mes, pero ahora el Santísimo Sacramento se encuentra en la Iglesia de forma permanente, lo que genera que la gente se vea animada a llevar a cabo también la misión. La gente de Chisenga, en definitiva, nos está ayudando a llevar a cabo la misión Ad Gentes en las 31 aldeas que nos encomendó el Obispo. 

Los idiomas también son un gran desafío para la misión. En Malawi no toda la gente habla inglés, salvo aquellos que han tenido una buena educación. Sin embargo, en promedio, una persona suele hablar más de un idioma, entre ellos, chichewa, citumbuka, cinika, njonde, etcétera. Actualmente nos encontramos aprendiendo el citumbuka, dado que es el idioma que más se habla en esta zona. A algunos misioneros nos entusiasma mucho más aprender idiomas que a otros, pero en definitiva siempre encontramos la forma de comunicarnos y hacernos entender.

 

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