Aumenta la presión

Energía: la bomba de tiempo que suma una deuda enorme para el Estado

Los contratos con las distribuidoras eléctricas, principalmente EDEMSA, arrastran una deuda reconocida por el Estado local que preocupa porque suma ceros. A poco de vencer la concesión, aumenta la presión. Las empresas consiguieron eco en el Gobierno nacional.

Pablo Icardi
Pablo Icardi domingo, 25 de septiembre de 2022 · 09:00 hs
Energía: la bomba de tiempo que suma una deuda enorme para el Estado
Foto: ALF PONCE / MDZ

Los servicios públicos son un problema para los usuarios que tienen dificultades cuando abren el grifo y no sale agua, cuando accionan una perilla y no hay luz; y lo será cuando lleguen las facturas con aumento. Pero también se transformaron en un gran problema para el Estado mendocino. En particular, el servicio eléctrico y el enorme pagaré que tiene en contra Mendoza y cuyo futuro está, en gran parte, en manos de Rodolfo Suarez. La deuda que le reconoció el Estado a esas empresas es casi un cheque en blanco que, estiman, hoy puede rondar los 100 mil millones de pesos, sin contar las demandas internacionales. Pero la historia es intrincada.

El Presupuesto nacional tiene un artículo que brilla por lo peligroso para las provincias, aunque muchos lo creen inviable. Es el número 90, que pone a los estados provinciales como garantes del cobro de la energía que las empresas distribuidoras le compran a la empresa Cammesa, que depende de la Nación. Las distribuidoras, como EDEMSA, le compran a Cammesa la energía. Los usuarios pagan en su tarifa todo el combo y la lógica indica que la cadena de pagos retorna al mayorista. El problema es que los usuarios pagan, pero las distribuidoras no siempre cumplen. El osado artículo 90 propone que las Provincias sean solidarias con la deuda y que si no pagan, se descuente de la coparticipación. La marca de Sergio Massa y su vínculo con el sector energético está presente, como lo estuvo en el Presupuesto 2017. Tan curioso es el proyecto que el artículo 91 también tiene la marca registrada del ministro de Economía, pues prorroga la concesión de AYSA por 10 años, justo la empresa estatal que conduce Malena Galmarini, su esposa.

La deuda que tiene EDEMSA con Cammesa es enorme, y no es nueva. En su último balance declara que debe 12 mil millones y que sus obligaciones superan a los activos. “En el período finalizado el 30 de junio de 2022, la Sociedad posee un déficit de capital de trabajo de miles de $16.367.183, con una deuda corriente exigible con su principal proveedor (Cammesa) que representa el 143% de su activo corriente”, explican desde la compañía.  “Estas circunstancias, junto con otras cuestiones expuestas, indican la existencia de una incertidumbre importante que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la entidad para continuar como empresa en funcionamiento”, agrega el informe, con frases que podrían alertar a cualquiera pero que en el caso de esa compañía ya son una constante.

A Suarez le tocará negociar la última etapa del contrato con EDEMSA en un contexto complejo. 

Señales

El intento de que el Estado local pague tampoco es tan extraño porque no es la primera vez. Massa ya dejó marcas en los presupuestos 2017, 2021 y ahora lo intenta en el 2023 para que las distribuidoras, como EDEMSA y Edenor, puedan zafar. “El 21 de diciembre de 2016 se publicó en el Boletín Oficial de la Nación la Ley 27.341 de Presupuesto Nacional 2017, cuyo artículo 15 establece la compensación de la deuda que las Distribuidoras tuvieran con Cammesa por la compra de energía eléctrica en el MEM, con las diferencias de ingresos no percibidos con motivo de la ejecución del Programa de Convergencia. El 14 de diciembre de 2020 fue publicada en el Boletín Oficial de la Nación la Ley N° 27.591 (Ley de Presupuesto 2021) que en su artículo 87, entre otras medidas, faculta a la Secretaría de Energía a dictar las normas de aplicación y determinar, aplicar y reconocer en el ejercicio 2021 el crédito reconocido por el artículo 15 de la Ley N° 27.341”, recuerdan en EDEMSA.  

EDEMSA es parte de Andina Energía, que gestiona José Luis Manzano. Ese grupo empresario, que tiene a su cargo ahora Edenor y una larga lista de activos petroleros con su empresa prima Andes Energía, se define como especialista en administrar activos de riesgo. Mendoza es un Estado que genera riesgo para que aprovechen algunas empresas; un Estado que en la mayoría de los casos pierde. Manzano está en una situación particular. Es propietario de EDEMSA y EDENOR, dos de las empresas que más le deben a Cammesa y a la par es uno de los principales asesores y promotores del ministro de Economía Sergio Massa

José Luis Manzano es uno de los asesores extra gobierno de Sergio Massa y propietario de EDEMSA y EDENOR, las distribuidoras que más le deban a CAMMESA.

Es lo que ocurre con los “ingresos no percibidos” por la empresa por la falta de adecuación tarifaria. La llamada Convergencia Tarifaria, una de las políticas energéticas ejecutadas por Cristina Fernández, generó una enorme bola de nieve. Las tarifas se congelaron para evitar impactos electorales, pero en las provincias los contratos indicaban otra cosa. Aunque las subas no se aplicaban, sí se calculaban (como ahora) lo que debía aumentar.

El Decreto 390/15 firmado por Francisco Pérez hizo el resto: reconoció que las distribuidoras tenían derecho a cobrar esos ingresos no percibidos. “Para el período comprendido entre el 1 de agosto del año 2013 y el 31 de diciembre del año 2015 el Poder Concedente reconocerá a las Distribuidoras el denominado "diferencial de VAD Propio por ingresos no percibidos…Dichos "ingresos no percibidos" resultaran determinados como la diferencia entre el Valor Agregado de Distribución (VAD) determinado y los ingresos efectivamente percibidos”, dice el artículo 4 de ese Decreto.

Es, en definitiva, una especie de plazo fijo que acumula intereses de manera brutal y que para el Gobierno es el principal problema a afrontar en el corto plazo. Es que el año que viene se hace la última revisión tarifaria integral antes del vencimiento del contrato y desde la empresa buscarán incluir la forma de saldar esa deuda. Los usuarios tienen las de perder. La concesión termina en 2028. En esa fecha la distribuidora puede volver a venderse. Lo recaudado por la venta iría a parar a los actuales accionistas, sumado a las deudas que haya con la empresa, que hoy es enorme. EDEMSA tiene una enorme experiencia en reclamos administrativos y judiciales. En Mendoza y en la la Nación, donde mantiene el reclamo para que se haga efectivo lo que indica el artículo 15 del Presupuesto 2017 (otro guiño de Massa). La deuda del Estado local ni siquiera requiere una demanda.

No es el mejor escenario para negociar, mucho menos con expertos en ese tipo de litigios. En los últimos años hubo una tensión similar.

En el gobierno de Alfredo Cornejo hubo presiones cruzadas. El Estado ejecutó una auditoría profunda y pusieron de relieve las irregularidades que había cometido en la gestión económica y financiera la empresa. Entre otras cosas, la de haber usado el dinero que tenía como destino pagar la energía para realizar otros negocios. También por haber contratado a empresas vinculadas y se concretó la ejecución de multas millonarias. Esa presión generó una negociación con otra equivalencia de poder: el Estado garantizó tarifa (sin reconocer que había atrasos) y la empresa debía cumplir. Lo que no se saldó fueron los ingresos no percibidos que ahora crecen como problema.

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