Las maniobras de lavado por las que el hijo del juez Walter Bento fue procesado
El juez federal Eduardo Puigdégngolas procesó a Nahuel Bento por lavado de dinero. Inmuebles, autos de lujo y enormes gastos en efectivo quedaron bajo la lupa. Creen que los adelantos de herencia y donaciones eran las formas de lavar dinero proveniente del pago de coimas.
Rolex, Audi, acciones en centros comerciales; viajes al exterior. Bienes suntuosos, fuera del rango para los ingresos justificados. Y todo en efectivo. Nahuel Bento tenía una vida fuera de contexto y la Justicia sospecha que gran parte de sus bienes en realidad son producto de maniobras de lavado de dinero ejecutadas por él y su padre, el juez federal Walter Bento.
Ayer, Bento hijo fue procesado por lavado de dinero, embargo incluido, y es el primer paso que se da luego de que se cortara el cordón de protección que tenía. Una en particular: los certificados médicos que había presentado para excusarse por motivos emocionales y psicológicos.
Hasta ahora Nahuel tenía licencia y no solo no trabajaba, sino que había logrado excusarse de ser indagado. Los peritajes determinaron que él estaba en condiciones de enfrentar la situación y por eso la semana pasada tuvo que enfrentar a la justicia y ahora fue formalmente procesado por lavado de dinero. Su hermano Luciano, que también es empleado judicial, sigue de licencia porque los peritajes determinaron que no estaban en condiciones.
Solo efectivo
“El incremento desmesurado del patrimonio del grupo familiar investigado, por el ingreso injustificado de fondos y bienes, habría determinado que los mismos realizaran diversas operaciones y maniobras tendientes a disimular su origen espurio, para confundirlos con su patrimonio legítimo”, describe el juez en el procesamiento.
Uno de los hechos administrativos que se le atribuye como maniobra es haber aceptado como adelanto de herencia los bienes que su padre y su madre le dieron. “Se le enrostra haber puesto en circulación fondos de procedencia ilícita mediante la aceptación, en fecha 27/12/2012, de la donación por anticipo de herencia con reserva de usufructo , uso y habitación de carácter gratuito y vitalicio, y con derecho a acrecer a favor de los donantes (Walter BENTO y Marta BOIZA) de tres inmuebles (un departamento, una cochera y una baulera, junto con sus respectivas unidades accesorias) en el Complejo Residencial Villa Palmares, Godoy Cruz, Mendoza”, se describe en la causa.
Pero no es lo único. También se le atribuye “haber puesto en circulación fondos de procedencia ilícita” con la compra de otros inmuebles y vehículos: una cochera en calle Pedro Molina, un Renault Clio, un Ford Fiesta Kinetic, Audi A3, un AUDI S3 2.0 TFSI QUATTRO, un inmueble ubicado en Calle Carril Ozamis de Maipú, acciones en “Il Mercato” y 4 locales comerciales de ese centro comercial. "se suman como indicios serios de sospecha sobre la existencia de las maniobras de lavado de activos investigadas, la tenencia en el domicilio familiar de bienes no registrables de costoso valor, hallados en el allanamiento practicado, como por ejemplo bicicletas Specialized Sworks, Trek y Scott, reloj Rolex Steelinox; como así, los escasos movimientos de las tarjetas de crédito; la tenencia y utilización de grandes sumas de dinero en efectivo y, principalmente, la existencia de numerosos viajes al exterior de todo el grupo familiar, en forma conjunta o alternada, con gastos suntuosos", agregan desde Tribunales federales.
Para la Justicia, hay fuertes indicios de que los adelantos de herencia, la transferencia de bienes y la compra de otros fueron hechos para lavar dinero de origen ilícito. El delito original que, según las sospechas es el origen del dinero, son las coimas que cobraba su padre Walter Bento a cambio de beneficios procesales otorgados a delincuentes.
La trama que se sigue es así: el juez Bento lideraba una banda para que, a a través de “punteros”, se ofrecieran beneficios judiciales a cambio de pago de coimas. Ese dinero ingresaba al clan familiar y luego parte de él era blanqueado con la compra de bienes y transferencia a los hijos. “Como consecuencia de ese aumento patrimonial ilegítimo, también se atribuyó la presunta comisión del delito de lavado de activos, por cuanto con los elementos reunidos hasta ese momento, se tuvo por acreditado con la fuerza necesaria, la existencia de operaciones de conversión, transferencia, administración, venta, disimulación y puesta en circulación en el mercado, de bienes provenientes de un ilícito penal, cual es el enriquecimiento ilícito investigado, con la consecuencia de que los bienes originarios o los subrogantes adquirieran la apariencia de un origen lícito”, explica el juez Eduardo Puigdégngolas.