Elecciones

La izquierda festeja el triunfo de Petro en Colombia, aunque no es un resultado extrapolable al resto de la región

La victoria electoral de Gustavo Petro en Colombia fue recibida con mucho optimismo por la izquierda populista en el resto de los países de América Latina. Es lógico que lo vivan como una victoria propia, pero el resultado en ese país fue más un rechazo a la clase política tradicional.

Beto Valdez
Beto Valdez lunes, 20 de junio de 2022 · 08:30 hs
La izquierda festeja el triunfo de Petro en Colombia, aunque no es un resultado extrapolable al resto de la región

El triunfo del exguerrillero Gustavo Petro fue recibido con gran entusiasmo por los sectores populistas de izquierda en América Latina, especialmente en Brasil, Argentina y Uruguay. El resultado de la segunda vuelta en Colombia fue percibido como un aliciente frente al avance de experiencias políticas de derecha y antisistema en varios países de América Latina. 

Si bien con la llegada al poder de un izquierdista de pasado en la guerrilla es inevitable que los populismos más cercanos al chavismo lo festejen como un triunfo propio, el componente del voto en Colombia no es equiparable a los escenarios políticos en el resto de la región. La importante victoria de Petro se basa más en un voto de bronca contra el sistema político e institucional que viene gobernando a ese país desde hace décadas que lo que se suele denominar como un giro a la izquierda. Se trata, sin duda, de la primera experiencia colombiana de esa ideología. Aunque no significa que sea más del 50% del electorado se haya volcado al marxismo. 

En todo caso el presidente electo tuvo mayor capacidad que su rival Rodolfo Hernández de mostrarse como el voto útil contra el status quo que para gran parte de la sociedad colombiana representa “el uribismo”. El creciente hartazgo y malestar de esa sociedad generó la necesidad de un voto de cambio contra un sistema hegemónico que le atribuyen su autoría al expresidente Álvaro Uribe, actualmente imputado por delitos de corrupción. Evidentemente, Hernández, al recibir el apoyo de ese sector para el ballotage, se vio perjudicado.

De aquí en más se abre un enorme interrogante respecto a la futura gestión de Petro. Es comprensible que el círculo rojo colombiano haya recibido la noticia con enorme temor y angustia. Aparecen demasiados dudas, sobre todo en la relación con la Venezuela de Nicolás Maduro. Si finalmente el nuevo mandatario decide consolidar una alianza con el líder bolivariano, seguramente habrá un cambio geopolítico en la región y mucha tensión interna en Colombia.

Ahora bien, que el excombatiente del M-19 haya ganado la contienda electoral no significa que ese efecto se traslade automáticamente a Brasil y le garantice un triunfo a Luíz Ignacio Da Silva, ni que el Frente Amplio vuelva al poder en las próximas elecciones presidenciales en Uruguay. Mucho menos que le de oxígeno al kirchnerismo para continuar gobernando luego de la frustrante experiencia de Alberto Fernández.

Además, las experiencias de Pedro Castillo en Perú y Gabriel Boric en Chile no están siendo precisamente exitosas Y ambos decidieron tomar distancias del régimen venezolano. Lula y Cristina Fernández de Kirchner tienen su caudal electoral, pero su paso por la presidencia les pone un techo importante.

La región está en un etapa convulsionada pero en cada país hay realidades disímiles que no se pueden extrapolar, salvo el fenómeno que se registra en varios países de amplios sectores sociales descontentos con la dirigencia política tradicional. Situación que genera escenarios como el del líder del PT fotografiándose con su eterno rival Fernando Henrique Cardozo. El pánico a una reelección de Jair Bolsonaro supera las fronteras ideológicas. 

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