Mendoza aplica la condena a muerte por deshidratación

Mendoza aplica la condena a muerte por deshidratación

El problema del saneamiento de infraestructuras e inversiones son menos visibles, más complicados de implementar pero que tiene un gran impacto, ya que su ausencia contamina los acuíferos y también repercute en la salud de las comunidades.

Mario Vadillo

Mario Vadillo

La falta de agua es una pena de muerte para los niños y niñas, para los ancianos por enfermedades y deshidratación, la falta de agua de riego condena a muerte a los cultivos, la falta de caudales mínimos condena la vida de los humedales y ahora se anuncia que le van a quitar el agua al arbolado público, solo muestra la incompetencia e indolencia de los partidos mayoritarios que han estado gobernando para sus propios negocios políticos, causando un ecocidio en toda la provincia.

Niños, niñas y ancianos condenados a muerte por deshidratación. 

En la jornada del lunes, acompañé a un grupo de vecinos se manifestaron en el Barrio Santa Ana, porque llevaban 15 días sin agua, cortaron la calle y pedían que vengan los medios de comunicación como única herramienta para poder tener una solución.  Desde AySam, Epas, Municipio de Guaymallén, Defensa del Consumidor, Gobierno, nadie fue a dar la cara. Parece que dar la provisión de agua en forma continua e ininterrumpida como dice la LEY y el Contrato de Concesión, no tiene sanciones no cumplirlas, no existen los entes de control, ni siquiera el Poder Judicial interviniendo por el flagrante abandono de persona y a los derechos humanos que sufren los infantes y ancianos al peligrar sus vidas por la exposición a la falta de agua potable, en plena alerta amarilla, naranja y roja. 

Incluso aunque exista una falla en la provisión AySAM lo que debería hacer sino tiene una solución a priori (15 días) es proveer agua en bidones o camiones tanques mínimamente para que los usuarios no se mueran, lo que pasa es que "tienen un desprecio con el consumidor". Sin embargo, este problema, anunciado por nuestra parte hasta el hartazgo por el estado vetusto de la red y la falta de inversión de más de una década , lejos de ser una prioridad del gobierno, condenó a los vecinos a subsistir sin este elemento vital.

Pero como es costumbre, lejos de hacerse cargo y resolver el problema, el gobierno vuelve a apelar al relato, que la culpa es de los que tienen las piletas pelopincho, de los que riegan las calles o los que lavan los autos, como si la gente fuese estúpida y ciega que no ven que las calles están explotadas de pérdidas de miles de caños podridos y obsoletos que son los que pierden el agua y por sobretodo la presión para que llegue a los barrios más alejados. Hay una realidad incontrastable e imposible de ocultar con relato, la falta de obras, no existen las obras de infraestructura que enfrenten el problema actual y que puede ser una verdadera catástrofe en los años venideros. 

No se puede reducir la pobreza sin agua, porque es el centro del desarrollo. La mejora del abastecimiento de agua, del saneamiento y de la gestión de los recursos hídricos puede impulsar el crecimiento económico y contribuir en gran medida a la reducción de la pobreza. La crisis del agua es un indicador más de las desigualdades sociales y políticas. Y no se debe olvidar que el acceso al agua para la vida es una necesidad básica al mismo tiempo que un derecho humano fundamental. El agua falta porque faltan obras.

Arbolado público, condenado a muerte.

 

Este jueves en pleno centro de Mendoza, estuve con una vecina que sufrió la rotura de un árbol por estar seco y enfermo. Esto se repite en toda la provincia por la falta de cuidado y riego adecuado. A lo que se le suma la condena a muerte que acaba de sentenciar el Superintendente General de Irrigación Marinelli que dijo orondamente:  “el riego del arbolado público por acequia es una locura”. Como pasa con el Presidente de Aysam “Gallego”, “Marinelli” y todos los cargos de mayor rango institucional y de control de la provincia han llegado “con el dedo de Cornejo” y no por su competencia y expertise, por lo que en vez de resolver el grave problema hídrico encuentran el relato de echarle la culpa a la gente o al arbolado y las acequias-

Marinelli no tiene aval científico en su aseveraciones, no considerar el sistema ecológico que Mendoza tiene, y excluye  la participación de la propia comunidad la que decida si quiere quitarle el riego a su árboles.- Marinelli dice estas barbaridades porque no tiene formación y perspectiva ambiental, “son los bosques urbanos los que a Mendoza le ayudan en su adecuación al cambio climático, por las altas temperaturas y la sequedad que hay” 

Estudios realizados muestran la contundencia de los beneficios del arbolado urbano como regulador de la temperatura; mediciones realizadas en las calles mostraron una variación de 9° promedio en el aire medido debajo de la canopia de un árbol en comparación con el mismo espacio sin árbol; 23° menos de diferencia en las veredas con sombra que las expuestas a rayos solares; y 14° en la comparativa del pavimento. Un ejemplo de esto lo vivimos en la reciente ola de calor sufrida durante el mes de enero donde las temperaturas llegaron casi a los 40°.

Marinelli desconoce los derechos propios del arbolado público dispuestos en la Ley N° 7478 -sancionada en junio de 2008- , que establece la conservación del arbolado público como una herramienta vital para garantizar la sustentabilidad. La norma establece además que el sistema del arbolado público es "un patrimonio natural y cultural de los mendocinos". Y establece las responsabilidades del Estado provincial, los municipios y los particulares para preservarlo, cuidarlo y evitar su degradación en pos de garantizar la vida en suelo mendocino.

Cada año se está acelerando la pérdida de nuestros humedales, por causa del cambio climático y la acción humana en quitarle el agua que naturalmente los abastecía.

La condena a muerte de nuestros humedales

Mendoza posee diversos sistemas de humedales tanto al norte como al sur de la provincia. Algunos como la Laguna de Llancanelo, ubicada en el departamento de Malargüe, que fue declarada sitio Ramsar de interés mundial, actualmente está seca, básicamente, se puede observar con la infografía que realizamos a través de google earth. Sin embargo, el abandono por parte del estado provincial a dicho sitio, ha terminado en una sequía histórica del mismo, incluso con denuncias públicas de perforaciones subterráneas ilegales tanto de pozos petroleros cercanos como de usuarios de riego.

Veamos el caso concreto de los humedales; los caudales mínimos necesarios para el sostenimiento de los mismos y ecosistemas de la provincia de Mendoza están regulados por las normativas vigentes. Entre ellas destacando incluso permisos de riego en Llancanelo donde DGI debe garantizar el caudal mínimo continúo para poder sostener este sitio, en beneficio de la flora y fauna de todo el ecosistema, todavía falta tratar normas como las que propusimos en la Legislatura desde el Partido Verde de caudales ecológicos mínimos.

El sostenimiento de caudales mínimos para estos ecosistemas garantiza la preservación de la fauna y flora local, como así también poder hacer el uso turístico de estos sitios con el esplendor que los mismos tienen.

Tenemos que salvar los sectores de la provincia donde los humedales están prácticamente en extinción, como ha pasado en las lagunas Viboron, Arroyo Claro, Guanacache, Las Salinas y muchos humedales de menor tamaño. Esto se produce por el cambio climático, la falta de lluvia, la retracción de glaciares y sobre todo la mano del hombre. Desde hace muchos años a los humedales se le viene restando el agua que naturalmente les llegaba por parte de irrigación dado que se da esa agua para consumo poblacional y el uso agrícola e industrial. Sino invertimos en la captación, conducción y uso eficiente del agua terminamos causando un “ecocidio ambiental en gran parte de nuestro territorio”.

Los Verdes tenemos propuestas para captar conducir y hacer uso eficiente del agua. Como la tercera fuerza política con representatividad parlamentaria, “los verdes” nos propusimos con el Foro del Agua planificar que se llevó a cabo en los 4 oasis de la provincia y diagramar políticas públicas teniendo como eje central cuidar este recurso.

De las exposiciones de usuarios, regantes, Ong´s, y técnicos se plantearon soluciones de base. 

Transparencia y Profesionalidad de las Autoridades del Agua y el Control: No podemos seguir poniendo al frente del manejo del agua y de los entes de control a personas cuyo único mérito es ser de la rosca política de un partido. Sin tener los títulos, especialidad y carrera profesional destacada que le den la suficiente expertise para poder llevar a cabo tareas de alta competencia y desempeño.

Por lo que se propone es: Elección de las autoridades del Departamento General de Irrigación, AySAM,, Emop, Tribunal de Cuentas y Fiscalía de Estado que sean por Concurso y la participación ciudadana vinculante. Eliminado la elección del Gobernador y las mayorías simples de la Legislatura, que solo han puesto incompetentes y burócratas en el manejo del bien más preciado para la provincia como es el AGUA.

La Falta de Agua se debe a la Falta de Inversiones de AySAM: Gran parte del agua que hoy le falta al Dique Potrerillos se debe a la escandalosa pérdida de la red de agua potable de la empresa Aysam.  El estado deficiente de la red de agua y de cloacas de Mendoza de aproximadamente 8 mil kilómetros, de los cuales el 50% está destruido, se traduce en una pérdida diaria del 70% de agua distribuida, 200 litros diarios, es decir, un 40% del total potabilizado se pierde; lo que equivale al consumo diario de 780.000 usuarios.

Por lo que es urgente un plan maestro de reparación y recambio de las cañerías, el uso de macromedidores para detectar las grandes pérdidas de las cañerías cabeceras o maestras y las secundarías o distribuidoras, micromedidores para las conexiones domiciliarias, ese es la solución, inversión, inversión e inversión. La Falta de Agua se debe a la Falta de Inversiones de DGI: 

Mendoza lleva más de una década sufriendo la sequía de nuestros ríos y la misma ha llegado a ser sequía extrema en muchos de ellos. La provincia tiene 12.500 kilómetros de canales de riego distribuidos a lo largo y ancho de todo el territorio, y sólo 1.500 kilómetros de la red están impermeabilizados. Esto tiene consecuencias para la población y el sector vitivinícola, que padece ineficiencias en el sistema de irrigación, con altos costos y caída de la producción.

Hoy, los productores no tienen agua porque se pierde en el camino. Aunque hayan invertido en sistemas de presurización, embalses y tecnología en eficiencia del riego, no llega el agua por DGI y tampoco se habilitan nuevas perforaciones o los costos de la producción dan para pagar la electricidad de un motor. 

Irrigación y el Gobierno de la provincia deben tener un plan maestro para  la impermeabilización de todas las redes de riego en los próximos cinco años, para evitar que se sigan secando y abandonando los campos y fincas productivas. Esa es la solución, inversión, inversión e inversión. 

* Mario Vadillo, Diputado Provincial de Mendoza mandato cumplido y actual Presidente del Partido Verde.

 

Temas

¿Querés recibir notificaciones de alertas?