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Según la psicología, ¿cuál es la verdadera diferencia entre oír y escuchar?

El psiquiatra Juan José Vilapriño explica por qué discutimos, cómo reacciona el cerebro ante un intercambio de opiniones con otra persona y la diferencia entre oír y escuchar.

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MDZ Radio miércoles, 1 de septiembre de 2021 · 22:53 hs
Según la psicología, ¿cuál es la verdadera diferencia entre oír y escuchar?
Cuando oímos respondemos como un estímulo, sin análisis. Foto: Freepik

El psiquiatra Juan José "Chepo" Vilapriño habló sobre las discusiones y contó a qué edad comienza un ser humano a discutir, por qué se marca en ellas la diferencia entre oír y escuchar, y qué espera nuestro cerebro que ocurra cuando nos enfrentamos verbalmente con otra persona.

En primer lugar, Vilapriño explicó que "cuando alguien tiene una postura distinta a la tuya, el cerebro inmediatamente buscará que tu versión sea la vencedora. El cerebro está formateado para ganar la discusión". De hecho, mencionó que el término "convencer" se forma con la palabra "vencer", que significa según la RAE, "sujetar, derrotar o rendir al enemigo, aventajar, ser superior o exceder a alguien en comparación con él".

Aquello, explica el psiquiatra, "tiene que ver con la liberación de dopamina y de adrenalina y se relaciona con la amígdala, que es una parte del cerebro sumamente emocional". Así, el Chepo aseguró que no discutimos para buscar la verdad. 

Incluso, "cuando nos refutan, en los primeros segundos lo que buscamos es ganarle al otro. Es un fenómeno biológico, no sólo psicológico. Es casi como un reflejo. Además, contestamos rápido, se da la heuresis, que es cuando uno contesta antes de que el otro termine de formular su hipótesis. Ahí podés oir pero no escuchar".

Finalmente, Vilapriño contó que cuando oímos recibimos un estímulo, a partir del cual vamos a responder con un reflejo, en cambio cuando escuchamos, "tomamos un concepto que germinará como una semilla en el cerebro y responderemos con una propuesta".

Los humanos comienzan a sociabilizar aproximadamente a los 4 años y entre los 8 y los 9 viven sus primeras discusiones.

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