Convivir con el virus

Facundo Manes cuenta por qué en pandemia hacemos cosas que antes no hacíamos

Entre "ya no puedo pensar" y "no tengo ganas de hacer nada", todos pasamos por emociones difíciles durante esta pandemia. La incertidumbre económica y laboral ha afectado nuestro comportamiento. ¿Saldremos distintos de todo esto? Hablamos con un especialista para saber qué cosas cambiaron.

Victoria Chales
Victoria Chales martes, 22 de septiembre de 2020 · 10:10 hs
Facundo Manes cuenta por qué en pandemia hacemos cosas que antes no hacíamos

Si tuvieras que enumerar tus emociones durante estos largos seis meses de pandemia, seguro te reconocerás en al menos una de las siguientes: ansiedad, miedo, incertidumbre, depresión, angustia, tristeza, bronca o desesperación. Llevamos medio año en una situación que al principio nos dio temor por desconocida y que quizá a muchos haya sumergido en la angustia de no saber cuándo habrá de terminar.

Desde MDZ Radio tuvimos una extensa charla con uno de los argentinos que mejor conoce nuestro cerebro: Facundo Manes. El reconocido neurólogo y neurocientífico se explayó en el After office sobre los efectos negativos y positivos de la pandemia en nuestro comportamiento.

Desde la Fundación INECO, que Manes ha fundado junto a otros, se realizó un estudio sobre más de 10.000 personas en todo el país. Al principio de la pandemia, encontraron muchos síntomas de ansiedad, que es el mecanismo anticipatorio del miedo. "Lo cual en aquel momento resultaba muy lógico porque nos enfrentábamos a algo desconocido". Luego, se repitió la experiencia cerca del día 80 del aislamiento y se mantenían los síntomas de depresión pero se le sumaba una gran fatiga mental. Esto se explica porque "todos estamos haciendo cosas hace meses que antes no hacíamos". Este cambio de hábitos "nos agota mentalmente".

Estos síntomas como ansiedad, depresión y fatiga mental no se relacionan estrictamente con lugares en los que ha habido más fallecidos por covid. Sino que también tienen que ver con la incertidumbre económica, laboral, con no saber cómo será el futuro del país. "En todo el país encontramos esa angustia".

Entre las conclusiones del estudio se pudo distinguir cuatro grupos como los más vulnerables a los efectos negativos de la pandemia en la salud mental: los jóvenes, las mujeres, los adultos mayores y los profesionales de la salud. El especialista en neurociencias explica la gravedad de que siete u ocho de cada diez jóvenes que entrevistaron tuvieran síntomas de ansiedad o depresión. "Los jóvenes la están pasando verdaderamente mal. Hay que apoyarlos, entenderlos. El cerebro termina de desarrollarse después de la segunda década. Ellos están aprendiendo a gestionar las emociones. Para esto sería necesario que las autoridades hagan campañas de psicoeducación y ayudarlos en esa tarea".

¿Saldremos mejores de todo esto?

Hay un gran debate sobre los cambios profundos que se van a producir el día después. Sin embargo, el neurocientífico asegura que ya estamos viviendo la post pandemia. En su opinión no se tratará de otra cosa que la continuidad de algunas tendencias en el comportamiento que ya estaban. Sin embargo ilustra con algunos ejemplos históricos cómo después de una pandemia o de una crisis salieron cosas muy buenas. "Después de la segunda guerra mundial, nació el estado de bienestar europeo" por mencionar sólo una.

"La pandemia puede sacar lo mejor de nosotros mismos como la solidaridad, el altruismo, la empatía, la cooperación, la inteligencia colectiva o puede sacar lo peor como el individualismo, la restricción de las libertades, la discriminación. Depende de nosotros y de entender que salimos todos juntos y que el sálvese quien pueda sería un desastre."

"El dilema salud vs economía es falso"

Cuando se decretó en marzo el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), "fue una buena medida para prepararnos a nosotros y al sistema sanitario". Aunque como vemos ahora, el virus igual iba a llegar. Pero necesitábamos incorporar algunos comportamientos como lavarse las manos, el distanciamiento físico o luego el uso de tapabocas.

Aún cuando se ha hecho mucho esfuerzo para respetar las medidas que se tomaron desde el gobierno, lo cierto es que hay que hacerse a la idea de que "vamos a convivir con el virus hasta 2022". Aunque salga la vacuna a principios del año que viene, hay toda una logística hasta que llega a nuestro país, que se puede vacunar a toda la población y consigamos una cierta inmunidad.

Aún cuando desde muchos sectores aún persiste la idea de enfrentar los conceptos de economía y Salud, Facundo Manes señala que se trata de un dilema falso. Las disposiciones como la cuarentena no van a poder prolongarse más en el tiempo. De manera que habría que tener una discusión de salud, económica y social con un equipo multidisciplinario y multisectorial porque "esto es un drama que yo creo que no lo puede resolver un sólo sector". 

"Sería muy grave que se profundice lo que estoy viendo que es una lucha de facciones por cada tema, y eso nos aleja del pensamiento crítico en un momento que lo necesitamos más que nunca".

Un neurocientífico en la política: "Yo amo este país"

En repetidas ocasiones, Manes ha hecho declaraciones políticas que han dado a entender una clara intención de intervenir en la vida pública, no sólo como un respetado neurocientífico sino quizás con propuestas propias. Según él mismo cuenta siente un profundo amor por Argentina adonde regresó en 2001. "Yo amo este país, este país está dentro mío. Acá está enterrado mi padre, acá quiero que vivan mis hijos".

Después de haber vivido muchos años entre EEUU e Inglaterra, Manes regresa al país en el caos del 2001. Desde ese entonces siempre estuvo la vocación de ayudar desde su área de trabajo, las neurociencias cognitivas humanas. "Siempre estuve comprometido con mi país como docente, como científico y como médico".

Desde ese punto de vista, el doctor Manes asegura que no podemos culpar a la pandemia de lo que nos pasa. "Ha llegado el momento de la verdad porque el coronavirus ha desnudado los problemas crónicos de nuestro país como la desigualdad y la pobreza". No podemos encontrar la salida de esto con las mismas prácticas de siempre.

La grieta es una práctica política que existe en todas partes porque "somos un poco tribales", apunta Manes. Esta división se da en EEUU, en España o en Inglaterra y en todas partes hace daño. Sin embargo en aquellos países hay un proyecto de país, una política de Estado que no se discute. En cambio, "en Argentina la grieta nos mata porque somos un país pobre, no en vías de desarrollo, sino pobre y sin un proyecto de país que nos incluya a todos".

Nuestro país cuenta con los recursos humanos, naturales, científicos y tecnológicos para encaminarse hacia el desarrollo. Por eso, así como en 1983, apunta el neurólogo, tuvimos una política de estado que fue la democracia, necesitamos urgente un proyecto de país que nos incluya a todos. "Eso es invertir en la gente, en la salud, en la nutrición, en la educación, la ciencia y la tecnología y vincular eso a la producción. Si no lo hacemos, vamos a seguir administrando pobreza, es decir el gran subdesarrollo sustentable".

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