Sale a la luz cómo es el nuevo Gran Museo Egipcio donde trasladaron a las 22 momias
Se convertirá en el museo más grande del mundo dedicado a una civilización y contará con más de 50.000 piezas únicas.
La apertura del Museo Nacional de la Civilización Egipcia supone uno de los hitos turísticos más importantes para Egipto de los últimos tiempos. Se convertirá en el museo más grande del mundo dedicado a una civilización y contará con más de 50.000 piezas únicas.
El faraónico desfile en el cual se trasladó 22 momias de reyes y reinas del Imperio Nuevo (siglos XVI - XI a.C.) del antiguo Museo Egipcio al nuevo museo, recorriendo El Cairo a bordo de vehículos blindados con decoración faraónica, con acompañamiento de música, guardas a caballo y sacerdotes, tal y como se habría hecho en la antigüedad. A su llegada al nuevo emplazamiento las momias fueron recibidas por Abdelfatah al Sisi, presidente de Egipto, y con salvas de cañones. Despliegue que dejó atónito a todo el mundo.
Y es que el Gran Museo de Egipto es uno de los más esperados de todo el mundo, y no es de extrañar, porque su construcción comenzó en 2002 y ahora ya es un hecho. El edificio cuenta con 100.000 metros cuadrados de espacio dedicados exclusivamente a la exposición de estas joyas antiguas.
Desde este sitio los visitantes podrán contemplar las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos desde su interior. Además, el museo expondrá de manera exclusiva 20.000 piezas nunca antes vistas por el público.
Entre ellas, y como ha informado Egypt Today, se encuentra la colección completa de Tutankamón con un total de 5.000 artículos pertenecientes al "Rey Dorado". Es tal la magnitud de la colección que tendrán que utilizarse dos salas completas y 105 vitrinas para que el público pueda contemplarlas.
Si bien el nuevo Museo Nacional de la Civilización Egipcia ya tiene sus puertas abiertas desde el 4 de abril, no será hasta el 18 de abril cuando se podrán ver las momias de reinas como Hatshepsut o reyes como Ramsés II. Esto se debe a que su delicado estado de conservación exige un tiempo de reposo tras su viaje para evitar posibles daños en sus delicados huesos y tejidos.