Máxima de los Países Bajos movió las caderas y bailó ritmos caribeños
La gira oficial de Máxima de los Países Bajos y su familia por el caribe neerlandés comenzó por la isla de Aruba.
Máxima de los Países Bajos se encuentra de visita en el caribe neerlandés junto a su esposo, el rey Guillermo Alejandro I de Orange, y su hija mayor, la princesa Catalina Amalia. En tiempos de carnaval, la reina consorte mostró su lado más festivo y, como siempre, sorprendió con sus looks coloridos.
Todo sobre la visita de Máxima de los Países Bajos a las islas del caribe neerlandés
Tras lo que fue la visita a Grecia para despedir a Constantino II, Máxima de los Países Bajos y Guillermo Alejandro I emprendieron otro viaje, en este caso cruzando el océano Atlántico para pasar un par de semanas en las islas neerlandesas del caribe.

La reina consorte y el rey de los Países Bajos no están solos: están acompañados por la princesa Catalina Amalia de Orange, la hija mayor del matrimonio y la heredera directa al trono. De hecho, la visita estuvo planificada precisamente para presentar a Catalina de manera oficial en la parte caribeña del reino. Además, se trata de la primera actividad que hace la hermana mayor de Alexia y Ariane por fuera de su país y siendo mayor de edad.
Máxima de los Países Bajos disfruta junto a su familia del carnaval caribeño
Máxima sorprendió con sus looks vivos y coloridos, los cuales ya son todo un rasgo distintivo de ella. Como si fuese poco, los mismos combinan a la perfección con el estilo caribeño. Tanto en Bonaire como en Aruba y Curazao, algunos de los destinos de la gira que está emprendiendo con su familia, Máxima estuvo en contacto con las autoridades locales y también se tomó un tiempo para disfrutar de algunas de las costumbres de las islas.
En Aruba, por ejemplo, se la pudo ver bailando al ritmo caribeño y disfrutando de las noches de carnaval. Esto sucedió en el marco del Festival Bon Bini en Fort Zoutman en Oranjestad, la capital de la isla, y tanto Guillermo Alejandro I como Catalina Amalia la acompañaron, cada uno a su manera.
Allí, asistieron a una actuación folclórica en la que la cultura y la historia de la isla se manifestaron a través de la música y la danza. Este evento también funcionó como especie de despedida antes de que los reyes y su hija mayor siguieran camino hacia su próximo destino.