Strudel de zapallo y queso para chuparse los dedos
El strudel es un plato absolutamente popular en Alemania, pero en realidad llega desde las épocas del imperio Austrohúngaro y por eso también se prepara en Hungría, Rumania, República Checa, Austria e Italia.
Este delicioso postre llega desde Europa del Este y en nuestro país se ha convertido en una de las delicias más apreciadas. En las tardes de té de los espacios de alta gastronomía o con pastelería premium, nunca falta en su carta un buen strudel.
A la hora de definirlo, podemos decir que se trata de un arrollado de masa que se puede comer como postre, como merienda o como entrada según su relleno.
Si bien el más famoso es apfelstrudel, cuyo principal ingrediente son las manzanas, en la Argentina hay uno que se elabora con carne y se sirve como plato principal en un almuerzo o cena.
En Croacia, por ejemplo, el strudel es una receta muy consumida en la capital Zagreb y todas las áreas de alrededor, y uno de sus componentes estrellas es la crema agria.
La receta de hoy los invita a preparar un strudel de zapallo y queso fundido, que algunos sirven como entrada en una comida, y otros sorprenden con él en alguna mediatarde.
Ingredientes:
- 200 ml de agua tibia
- 500 g de harina blanca común (suave)
- 1 huevo
- Pizca de sal
- Aceite vegetal
Para el relleno:
- 400 g de queso fresco (tipo ricota, queso crema consistente, queso cottage)
- 100 g de crema agria
- 1 zapallo
- 2 huevos
- 1/2 cucharada de azúcar
- 80 g de manteca
- Pizca de sal
Preparación:
Pelar el zapallo calabaza, cortarla por la mitad a lo largo, quitar el centro y luego rallarla en un bol y agregar un par de pizcas de sal.
Para la masa: tamizar la harina en un bol, agregar una pizca de sal, 1 huevo entero, el agua tibia y la manteca. Mezclar con los dedos y luego colocar sobre una tabla. Amasar en forma de pelota, cubrir con aceite vegetal y dejar reposar por 30 minutos.
Para el relleno exprimir todo el exceso de agua de la calabaza rallada y colocarla en un bol. Agregar el queso fresco, una pizca de sal, el azúcar, la crema agria y 2 huevos enteros. Mezclar todo junto.
Espolvorear harina sobre una superficie dura con un mantel y extender la masa hasta que quede muy fina. Cortar los bordes rectos y luego untar aceite sobre la masa con las manos.
Colocar todos los ingredientes como relleno (queso, crema agria) y enrollar con ayuda del mantel hacia la mitad hasta que se una.
Con un plato cortar los rollos a la longitud deseada, colocarlos en una fuente para horno untada con manteca y cubrir con pedacitos de mantequilla blanda.
Ingresarlo al horno, que debe estar precalentado a 195°C y dejar unos 30 minutos. Luego se retira y se puede comer frío o caliente.
¡Listo! De esa forma quedará terminado tu strudel de calabaza y queso fundido. Es una opción ideal para agasajar invitados con una propuesta original y deliciosa. Además, te dejamos una manera alternativa de hacer un strudel de calabaza: