Massa cree que aún es posible: Economía presiona por un nuevo blanqueo
Desde del Palacio de Hacienda impulsan una exteriorización de activos para que empresas y particulares declaren bienes que hoy están fuera del sistema y, por tanto, no pagan impuestos. Los ejes del debate y lo que puede pasar en el Congreso.
Sergio Massa sabe que es una ventura difícil. Pero, quizá, no imposible. El ministro de Economía quiere que el Congreso Nacional, concretamente la Cámara de Diputados, avance en el muy demorado proyecto de blanqueo de capitales, una iniciativa que fue llevada a instancias parlamentarias a fines del año pasado y que en una primera instancia había logrado cierto guiño opositor para su tratamiento.
Finalmente, la crisis de diálogo entre la clase política pudo más, y el proyecto quedó congelado en la comisión de Presupuesto y Hacienda de Cámara Baja. Ahora, en los últimos 20 días, el diputado nacional oficialista Carlos Heller desempolvó la intención y negocia a destajo para convencer a opositores varios para que acepten su tratamiento en el recinto, luego de lograr aprobación en comisión.
El argumento de Massa y Heller (y del oficialismo se supone) es simple y algo lógico. Un blanqueo de capitales amplio, como el que se plantea para su aprobación, le serviría más a los intereses del próximo gobierno que al de Alberto Fernández, ya que su reglamentación final, luego de un doble voto positivo en Diputados y Senado, demandaría entre dos y tres meses hasta su funcionamiento pleno como régimen de blanqueo de capitales, con lo que los primeros dólares frescos llegarían al sistema financiero hacia octubre y noviembre.

Pero como se trata de un régimen abierto por un año (mínimo), la mayoría del dinero entraría en 2024. Esto es, con otro gobierno. Desde Economía y el Congreso se considera, además, que en caso de haber un proyecto opositor superador, éste podría negociarse o incluso aprobarse en el próximo ejercicio con un nuevo Congreso, sin perjuicio de poder avanzar con la aplicación de un blanqueo ya en 2023.
Argumentos para todos los gustos
Hay algo cierto. Si se bucea en las propuestas económicas de Juntos por el Cambio (JxC) y La Libertad Avanza (LLA) (Patricia Bullrich/Carlos Melconian y Javier Milei), incluyen propuestas de blanqueo de capitales amplios y de los más baratos que se recuerden en el sistema financiero local.
Hay otro argumento sobre el que juegan Massa- Heller. El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio el aval al proyecto de blanqueo, tanto en sus orígenes como complemento al acuerdo entre la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y el Internal Revenue Service (IRS), su par norteamericano.
Se sabe que el organismo que maneja Kristalina Georgieva siempre se manifiesta en contra de los planes de moratorias y perdones impositivos, especialmente en Argentina, donde históricamente las misiones que fiscalizan las cuentas criollas cuestionan a los funcionarios locales que avanzan en este tipo de decisiones.
Se lo dejaron en su momento en claro a los exministros Domingo Cavallo, Roque Fernández, José Luis Machinea, Roberto Lavagna y Amado Boudou, entre otros. Sin embargo, dadas las lánguidas reservas del Banco Central y el problema fundamental de falta de dólares que tiene el país, Massa recibió un guiño especial para que Argentina aplique una normalización de cuentas de argentinos residentes en los Estados Unidos.
Postura del FMI
Y, de paso, con el resto que tiene dólares fuera del sistema formal. La coincidencia entre el equipo económico y los técnicos del FMI que controlan y fiscalizan las cuentas locales, es que un blanqueo en las actuales circunstancias ayudará al país a cumplir las muy leves metas pactadas en la última negociación con el FMI que derivó en el Facilidades Extendidas light reloaded que regirá la relación con el organismo hasta después de las presidenciales del 22 de octubre.
Otro argumento para avalarle a la Argentina un blanqueo de capitales por parte del FMI, es la potencial mejora en la recaudación impositiva que un reconocimiento de activos financieros en el exterior o fuera del sistema legal, tendría para el país en cuanto a la evolución de Bienes Personales.
Se sabe que la recaudación de este tributo es una foto de las posesiones financieras y físicas de un contribuyente al 31 de diciembre de cada año, con lo cual, el resultado del blanqueo recién se verá en los ingresos fiscales, cuando se declare el impuesto para el ejercicio 2023, que los argentinos y residentes liquidarán entre abril y mayo de 2024.
Sin embargo, números básicos realizados con potenciales resultados mediocres de un blanqueo realizados por el equipo económico, garantizan una potencial recaudación de no menos de U$S 1.000 millones anuales. Sería dinero que el Gobierno recibiría en 2024, pero que se proyectaría ya este ejercicio (aunque se apruebe a fines del 2023), mejorando la capacidad argentina de mostrar solvencia fiscal, al mejorar los números de recaudación.
Además de la posible mejora en la capacidad física invertida a partir de la decisión de algunos argentinos con dólares fuera del sistema, que decidan blanquear para mejorar la inversión en producción.

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