Economía en crisis

Alerta: grandes inversores ven un pronóstico dramático para el 2023

Los inversores institucionales, los más grandes e influyentes del mundo, anticipan recesión para el próximo año, pero más le teman a un escenario de estanflación, algo muy bien conocido por los argentinos.

Jorge Herrera
Jorge Herrera viernes, 9 de diciembre de 2022 · 07:03 hs
Alerta: grandes inversores ven un pronóstico dramático para el 2023
Foto: Fuente: Pexels.

Un sondeo que es esperado con ansiedad por los analistas antes del cierre del año es la encuesta de Natixis Investment Managers sobre las expectativas de los inversores institucionales. El relevamiento refleja para 2023 un año en el que las tasas de interés seguirán aumentando y persistirán la inflación y la volatilidad. El 85% de los encuestados considera que se encuentran, o se encontrarán el próximo año, inmersos en una recesión, pero creen que el mayor riesgo es la estanflación.

De acuerdo con la visión de los inversores institucionales, las políticas erróneas por parte de los bancos centrales constituyen una de las amenazas más graves para la economía, aunque reconocen que el mayor problema lo representa la estanflación, o un período con crecimiento negativo del PIB junto a una inflación enquistada y un desempleo espiralizado.

Pero no todas parecen ser malas noticias ya que como consecuencia de las subas de las tasas de interés, el 72% de los inversores cree que se producirá un resurgimiento de las inversiones en renta fija tradicional, mientras que el 56% es optimista con respecto a los mercados de bonos.

Aunque la inflación y las tasas de interés son los dos factores que más preocupan a los inversores institucionales en cuanto al riesgo para las carteras, el 57% menciona la guerra como la principal amenaza económica global, mientras que el deterioro en las relaciones entre EE.UU. y China también se percibe como una grave amenaza.

Con relación a la repercusión que tendrá la política sobre la evolución económica, el 53% de los inversores apuesta por un aterrizaje seguro y el 47%, por uno forzoso. Los inversores son especialmente optimistas respecto al capital privado (62%) y la renta fija (56%), y se muestran más divididos entre el optimismo y el pesimismo cuando se habla de renta variable y deuda privada. Son especialmente pesimistas con respecto al sector inmobiliario (82%), coincidiendo un 61% en que el mantenimiento del teletrabajo supondrá una acusada depreciación de los activos inmobiliarios comerciales, explica Natixis.

Si bien no esperan que la perspectiva macroeconómica suponga cambios drásticos en la estrategia de asignación, la encuesta revela que el 53% de los principales inversores se están deshaciendo de los activos de riesgo y están apostando por orientar sus carteras hacia la calidad en renta fija y estrategias alternativas en busca de rendimientos más altos, una rentabilidad estable y cobertura frente a riesgos a la baja.

Ahora bien, dentro de esta tendencia, el 62% cree que las inversiones ESG (orientadas al medio ambiente, la sociedad y la buena gobernanza) pueden generar alfa (rendimientos mayores que el promedio del mercado) y el 59% prevé incrementar este tipo de inversión. La mitad de los inversores institucionales que mantienen bonos verdes en todo el mundo prevén incrementar sus inversiones, mientras que casi la misma cifra sostiene que mantendrá su asignación actual.

Las asignaciones alternativas también son una táctica para mitigar el riesgo y dos tercios de los inversores institucionales sostienen que es probable que una cartera compuesta por un 60% de renta variable, un 20% de renta fija y un 20% de alternativas obtenga mejores resultados que las tradicionales carteras 60/40.

Como consecuencia de las perspectivas para 2023, el 74% de los inversores institucionales cree que durante el próximo año, los mercados favorecerán a los gestores activos: es probable que los inversores busquen activos privados para obtener alivio en el plano de la renta variable de las carteras, ya que casi la mitad (48%) cree que los mercados privados ofrecerán un puerto seguro en una recesión.

Dentro de la renta variable, lo más probable es que los inversores institucionales incrementen sus asignaciones a la renta variable estadounidense (41%), seguida por la renta variable de Asia-Pacífico (33%) y de mercados emergentes (33%).

En cuanto a los mercados emergentes, consideran que las mejores oportunidades de crecimiento están en Asia: Dos terceras partes (66%) coinciden en que los mercados emergentes dependen excesivamente de China, y el 74% cree que las ambiciones geopolíticas de China han reducido su atractivo inversor.

Archivado en