Gobierno en crisis

El sistema bancario argentino, entre los más débiles y riesgosos, según la calificadora S&P

En el mundillo financiero internacional la evaluación BRICA de la agencia S&P es tenida muy en cuenta a la hora de la toma de decisiones. Según el último informe, 2023 será más difícil para el sector bancario mundial. La inflación más alta está generando mayores costos de endeudamiento.

Jorge Herrera
Jorge Herrera miércoles, 23 de noviembre de 2022 · 11:33 hs
El sistema bancario argentino, entre los más débiles y riesgosos, según la calificadora S&P

No hay duda de que las fortalezas y debilidades de una economía y su industria bancaria son factores críticos que sustentan la solvencia de las instituciones financieras de un país. De ahí que los expertos siguen con atención las evaluaciones que desde hace años, sobre todo después de las grandes crisis financieras globales, viene realizando la calificadora de riesgo Standard & Poor´s (S&P) sobre los 88 principales sistemas bancarios mundiales de los cinco continentes.

El ya famoso BICRA es una “Evaluación de Riesgo País de la Industria Bancaria” que está diseñado para evaluar y comparar los sistemas bancarios globales. La calificadora explica que los BICRA se agrupan en una escala de 1 a 10, que va desde lo que consideran como los sistemas bancarios de menor riesgo (grupo 1) hasta el de mayor riesgo (grupo 10). Un análisis BICRA para un país cubre todas las instituciones financieras calificadas y no calificadas que toman depósitos, otorgan crédito o participan en ambas actividades. El análisis considera la relación de la industria bancaria con el sistema financiero y, además, con su soberano. La metodología BICRA tiene dos componentes analíticos principales: "riesgo económico" y "riesgo de la industria".

A modo de spoiler, el BRICA de Argentina no solo es de los más altos de la región sino del mundo. La evaluación BRICA para el caso argentino arrojó en el último Global Bank Country By Country Outlook 2023 el ratio de “9”. Mientras que entre sus pares regionales se destaca Chile con “3”, Uruguay y Perú son “5”, Brasil y Colombia son “6”, Paraguay “8” y Bolivia “9”. En cuanto a Centroamérica, México y Panamá son “5”, “7” son Guatemala, Honduras y Costa Rica, Jamaica es “8” y El Salvador es “9”.

¿Qué conclusiones extrajo S&P tras evaluar el BRICA argentino? La analista Ivana Recalde sintetizó en el informe global que en el caso argentino los desafíos surgen de lo que ocurra a nivel soberano. Estas fueron sus conclusiones clave:

  • La industria bancaria de Argentina sigue viéndose obstaculizada por la débil economía y los acontecimientos a nivel soberano, lo que limita nuestras calificaciones de las entidades financieras.
  • La rentabilidad seguirá estando limitada por una inflación muy alta y fuertemente influenciada por los resultados de las tenencias del Banco Central (BCRA) y los valores del Gobierno en medio del lento ritmo de originación de préstamos.
  • Las métricas de calidad de activos siguen siendo manejables, dado el enfoque de los prestamistas en segmentos de menor riesgo y niveles de provisión satisfactorios.
  • Para soportar la volatilidad y condiciones operativas adversas, el sistema mantiene altas métricas de liquidez y capitalización regulatoria.

En cuanto a los impulsores clave de crédito, S&P señala que los débiles fundamentos del soberano continúan limitando las calificaciones de las instituciones financieras. Destaca además que los factores macroeconómicos y de política en Argentina han exacerbado las distorsiones en el sistema financiero nacional. Así la inflación muy alta, la demanda de crédito y las inversiones moderadas, y el enfoque cauteloso de los préstamos entre las entidades financieras en medio de tasas reguladas han frenado el crecimiento de los préstamos en términos reales. Proyectan un nivel de Crédito/PIB de apenas el 10% en 2022-2023.

También valora que los bancos mantienen alta liquidez y solvencia regulatoria para hacer frente a la volatilidad. Así es que los bancos del sistema continúan manteniendo altas métricas de capital regulatorio en medio de un bajo crecimiento del crédito, mayor peso de los activos líquidos y limitadas distribuciones de dividendos.

¿Sobre qué supuestos clave trabajó S&P? La rentabilidad en términos reales seguirá presionada. Esperan que la rentabilidad (en términos reales) se mantenga moderada, con un rendimiento de los activos de alrededor del 1% o menos en los próximos dos años. En general, los bancos más pequeños sentirán más presión dada su mayor exposición a activos monetarios. Los resultados de las tenencias del BCRA y los títulos públicos del Tesoro y la trayectoria de las tasas de interés y la inflación seguirán influyendo fuertemente en la rentabilidad.

Así y todo, las métricas de calidad de los activos seguirán siendo manejables. El sistema mantuvo pérdidas crediticias manejables después de que el Gobierno retirara las medidas de alivio a los prestatarios y otorgara las cancelaciones de los préstamos corporativos heredados. A julio de 2022, la cartera vencida representaba el 3,1% de la cartera total, con mayor morosidad entre los bancos públicos que entre los privados. Aunque esperan que las métricas se debiliten a medida que cae el poder adquisitivo, las métricas y las pérdidas deberían seguir siendo manejables, dados los buenos niveles de provisiones de los bancos.

¿Qué se puede esperar durante el próximo año? Sobre la evolución económica y política, el BICRA de Argentina tiene una tendencia de riesgo de la industria negativa, incorporando el potencial impacto que los desarrollos del soberano podrían tener en el fondeo y perfil crediticio del sistema financiero. S&P sigue muy de cerca los acontecimientos políticos y económicos, así como la dinámica de la deuda soberana y su influencia en las instituciones financieras.

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